Boletín Psicoevidencias nº 62
ISSN 2254-4046

Se ha publicado en el número de febrero (Vol. 21) de la revista World Psychiatry un artículo donde se ofrece una visión general del uso de la autocompasión en la psicoterapia por dos de sus máximos representantes.

Los autores definen la autocompasión como compuesta de tres elementos centrales: la bondad, la humanidad compartida y la atención plena. Las personas tendemos a ser comprensivos ante los fallos ajenos, pero mucho más duros con los propios. El fomento de la autocompasión a través de una mayor bondad hacia uno mismo nos puede permitir reconocer nuestras deficiencias y aceptarnos como seres imperfectos. Por otro lado, el sentido de humanidad compartida nos puede ayudar a sentirnos conectados en lugar de separados de los demás y solos ante la lucha con nuestras dificultades. Finalmente, el observar nuestros pensamientos y sentimientos como tales nos puede permitir ser más compasivos en nuestra lucha personal.

Los distintos estudios y metaanálisis realizados sobre el papel de la autocompasión en psicoterapia indica un consistente efecto positivo en la disminución de la psicopatología, así como el estrés y la autocrítica.

La psicoterapia es una profesión desafiante al contactar a diario con el sufrimiento ajeno. El fomentar la autocompasión por parte de los propios terapeutas puede redundar en importantes beneficios. Las investigaciones indican que reduce el agotamiento entre los profesionales. Junto a esto se han ido desarrollando diversas terapias como la terapia centrada en la compasión que está siendo de gran ayuda para los pacientes.

En resumen, los autores muestran a la autocompasión como una herramienta eficaz para el alivio del sufrimiento en psicoterapia.

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