Boletín Psicoevidencias nº 55
ISSN 2254-4046
El Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, es una oportunidad para concienciar y movilizar a la población acerca de cuestiones relativas a la salud mental. Este año, la OMS ha decidido dedicar la jornada al tema de la prevención del suicidio debido a la magnitud del problema.
Cada año, cerca de 800 000 personas fallecen por esta causa, y otras muchas intentan suicidarse. Cada suicidio es una tragedia que afecta a una familia, a una comunidad o a todo un país y que tiene consecuencias duraderas en las personas cercanas a la víctima. El suicidio no respeta edades y es la segunda causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años, de ahí la necesidad de que se lleve a cabo un trabajo de calidad para la prevención del suicidio.
El National Institute for Health and Care Excellence (NICE) de Reino Unido ha llevado a cabo este mes de septiembre la publicación de los estándares de calidad en la prevención del suicidio (Suicide prevention; QS189). Estas normas tienen como objetivo proporcionar recomendaciones para reducir el suicidio y ayudar a las personas con ideación suicida. Según establece NICE, se deben tener en cuenta de manera prioritaria las siguientes buenas prácticas: actividad coordinada de prevención; reducción de las posibilidades de acceso a métodos de suicidio; control de la información que se difunde en los medios de comunicación; participación de familiares, cuidadores o amigos; apoyo a familiares tras el fallecimiento por suicidio.
Se puede leer una ampliación de la noticia en el siguiente enlace.
Para texto original en inglés ir a https://www.nice.org.uk/guidance/qs189.