En el número uno del presente año de la revista International Journal of Clinical and Health Psychology, se ha publicado una interesante revisión narrativa sobre la base empírica que sustenta el uso de estrategias de cambio que se están popularizando rápidamente, como el mindfulness y las estrategias de aceptación (Barraca, J. (2012). “Mental control” from a third-wave behavior therapy perspective. International Journal of Clinical and Health Psychology, 12 (1), 109-121).
Ambas estrategias constituyen una característica común de lo que se ha dado en llamar terapias de conducta de tercera generación y/o terapias contextuales. La evidencia empírica disponible sobre la efectividad, eficacia y eficiencia de estas estrategias es muy prometedora, pero esta revisión muestra que es necesario especificar en mayor medida sus componentes y técnicas y además, dada la contradictoria literatura sobre las estrategias de supresión del pensamiento, en qué contextos y casos pueden ser más útiles las estrategias de aceptación y mindfulness, y cuáles las más tradicionales dirigidas a la supresión y/o el control de los pensamientos y afectos considerados disfuncionales.