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Evaluación de las intervenciones sobre nutrición diseñadas para lograr el control de peso en personas con diagnóstico médico de esquizofrenia

PREGUNTA COMPLETA:

¿Son eficaces para la reducción de peso los programas educativos sobre alimentación diseñados específicamente para personas con esquizofrenia?

PREGUNTA PICO:

Paciente o Problema : Pacientes que cumplen criterios diagnósticos de CIE-10 para esquizofrenia.
Intervención : Desarrollo de un programa educativo sobre nutrición dirigido a personas con diagnóstico médico de esquizofrenia.
Comparación : Intervención estándar sobre nutrición.
Resultado esperado : Disminución de peso.

ESTRATEGIAS DE BÚSQUEDA:

Descriptores: “Schizophrenia” AND “reduce weight” OR “weight management program”.
Estrategias de búsqueda: Comienzo con TRIPDATABASE, continúo con COCHRANE y CLINICAL EVIDENCE, DYNAMED y BANDOLIER. Como guías de práctica clínicas consulto NGC, GUÍASALUD y FISTERRA. Concluyo revisando los bancos de CAT: ATTRACT y MURCIA SALUD.

RESUMEN DE LA EVIDENCIA:

Siguiendo las estrategias de búsquedas de fuentes prefiltradas de la evidencia, se han identificado ocho estudios que ayudan a dar una respuesta a la pregunta. Las tres primeras son revisiones sistemáticas que se plantean como objetivo determinar los efectos de intervenciones de tipo farmacológico y no farmacológico, en la reducción y prevención de la ganancia de peso en personas con esquizofrenia. Señalan, como principales causas (3) de la obesidad en este grupo de población, el sedentarismo, la alimentación inadecuada y el consumo de antipsicóticos. Dentro de las intervenciones no farmacológicas coinciden en la elaboración de programas cognitivo conductuales que incluyan (2) (3): manejo del estrés, control de impulsos, automonitorización de la alimentación y del ejercicio físico, resolución de problemas y soporte social. En todas las revisiones se afirma que se produjo un cambio significativo en el peso medio al finalizar el tratamiento, incidiendo en la necesidad de dar prioridad a lograr un buen control de la enfermedad mental a través de la educación del paciente y la familia (1) acerca de los riesgos metabólicos, dieta actividad física y estilo de vida saludable. Se hace especial hincapié además en la puesta en práctica de intervenciones que prevengan (3) el aumento de peso y que se ajusten a las características específicas de este tipo de población, dada la dificultad posterior para el seguimiento de programas de reducción de peso. Los tres artículos confirman como limitación en la interpretación de los datos el pequeño tamaño de las muestras, la escasa duración de las intervenciones (una media de seis meses), y la variabilidad de las mismas. En la segunda revisión se reconoce además que en la mayor parte de los estudios que llevaron a cabo este tipo de estrategias, lo hicieron con personas en régimen de hospitalización o residencial, donde son posibles altos niveles de control sobre el comportamiento y la dieta. Concluyen que son necesarios más estudios clínicos para examinar la eficacia de ese tipo de intervenciones. Se advierte de que la pérdida de peso en esta población es difícil, y que las personas que toman medicamentos antipsicóticos deberían ser monitorizadas de forma programada para el control de peso.

En la última revisión (4) aparece un análisis selectivo de los datos clínicos sobre los problemas de salud física de las personas con esquizofrenia, enfatizando la necesidad de una atención integral que aborde tanto las necesidades de salud físicas como mentales.

Los tres artículos siguientes (5), (6), (7) corresponden a ensayos clínicos. En los dos primeros se llevan a cabo programas de pérdida de peso complementados además con la entrega de alimentos de reemplazo. En el primero (5) se proporcionan gratuitamente frutas y verduras frescas durante todo el tiempo que se mantiene la intervención. En el segundo (6) era reembolsado a los participantes el dinero de ciertos alimentos comprados por ellos mismos y que habían sido previamente pactados. Esta estrategia se considera como un método indirecto para la provisión de alimentos, así como un incentivo financiero para la asistencia. En ambos casos los usuarios recibieron instrucción que abarcaba tanto la preparación de alimentos, planificación de los mismos, compras almacenamiento y realización de ejercicio físico. A corto plazo se obtuvieron resultados positivos. En el primer ensayo se esgrime como posible causa para el no mantenimiento de los resultados a largo plazo (5), la dificultad de los usuarios, una vez terminada la intervención, para comprar este tipo de productos por su elevado coste y para acceder al supermercado. Los resultados dotan además de poco valor a la instrucción. Se señala como posible causa las características de los propios participantes en cuanto a su falta de voluntad o incapacidad para aprender. En el segundo ensayo (6) si se mantiene la pérdida de peso a largo plazo. Lo justifican, en ausencia de sesiones de refuerzo, por la eficacia de la combinación de tratamiento conductual grupal, provisión de alimentos, tours de compras, demostraciones de comidas y mejora de la actividad física. Ambos ensayos confirman que los datos no son extrapolables debido a el pequeño tamaño de la muestra. Coinciden con otros trabajos en cuanto a la necesidad de realizar más ensayos clínicos, reseñando que en la mayoría de los estudios se logró detener el aumento de peso y/o la consecución de beneficios modestos. Afirman que estas intervenciones son más rentables que la costosa intervención farmacológica para la obesidad.

El artículo número siete consiste en un estudio piloto que valora la eficacia de un programa cognitivo conductual en el control de peso de individuos con esquizofrenia o trastorno esquizoafectivo que toman antipsicóticos atípicos (7). Un proyecto exitoso de prevención de la diabetes que utilizaba una intervención cognitivo-conductual fue utilizado como modelo. Este estudio hace especial hincapié en que no hubo ningún abandono en el periodo de dieciséis semanas de instrucción. Los miembros de este grupo estaban muy interesados y motivados en bajar de peso, lo que sugiere la importancia de las intervenciones de estilo de vida, que también pueden llegar a reducir la incidencia de diabetes en esta población de alto riesgo. Los datos resultantes del estudio carecen de significación estadística, fundamentalmente por el reducido tamaño de la muestra.

El último artículo se refiere a un estudio transversal para la evaluación de la ingesta dietética de los pacientes con esquizofrenia o trastorno esquizoafectivo tratados con antipsicóticos atípicos (8). Los hallazgos sugirieron que la obesidad en personas con esquizofrenia no está solamente relacionada con el consumo de alimentos, de hecho este grupo de población consumía menos calorías que la población general. La reducida actividad física y los efectos secundarios de la medicación, se repiten también aquí como factores que predisponen a la obesidad. Es por ello que, coincidiendo con lo argumentado en los estudios anteriores, las intervenciones para control de peso en personas con esquizofrenia, deben centrarse en la mejora del estilo de vida en general.

REFERENCIAS:

(1) Faulkner, G., Cohn, T. & Remington, G. Interventions to reduce weight gain in schizophrenia. Schizophrenia Bulletin vol. 33 no. 3 pp. 654–656, 2007.

(2) Faulkner, G., Soundy, A. A. & Lloyd, K.. Schizophrenia and weight management: a systematic review of interventions to control weight. Acta Psychiatrica Scandinavica 108 (2003) 324-332.

(3) Attux, C., Martini, L.C., Reis, A.F. & Bressan, R.A. Non-pharmacological interventions for weight gain in patients with schizophrenia taking antipsychotics. Arq Bras Endocrinol Metab. 2009;53/4

(4) Von Hausswolff-Juhlin, Y., Bjartweight, M., Lindstrom, E. & Jones, P. Schizophrenia and Physical health problems. Acta Psychiatrica Scandinavica 2009: 119 (suppl. 438) 15-21.

(5) McCreadie, R.G., Kelly, C., Connolly, M., Williams, S., Baxter, G., Lean, M. & Paterson, J.R.. Dietary improvement in people with schizophrenia. British Journal of Psychiatry (2005), 187, 346-351.

(6) Michel, J.B., Tek, C., Ellen, L. et al. A pilot study of a weight management program with food provision in schizophrenia. Schizophrenia Research 96 (2007) 198-205.

(7) Weber, M. & Wgne, K. A cognitive/behavioral group intervention for weight loss in patients treated with atypical antipsychotics. Schizophrenia Research 83 (2006) 95-101.

(8) Henderson, D., Borba, C., Daley, T., Boxill, R., Nguyen, D., Culhane, M., Louie, P., Cather, C., Eden, E.A., Freudenreich, O., Taber, S. & Goff, D.. Dietary Intake Profile of Patients with Schizophrenia. Annals of Clinical Psychiatry (after Jan 1, 2004), Volume 18, Number 2, April-June 2006 , pp. 99-105(7).

CONCLUSIONES:

La obesidad y sus consecuencias constituyen una amenaza grave para la salud de las personas con esquizofrenia, y para el mantenimiento de una calidad de vida aceptable. Se hace manifiesta la necesidad de abordar las demandas de salud física de las personas con problemas de salud mental, problemas que son proporcionalmente más altos que en el resto de la población, pero no siempre atendidos en controles rutinarios programados. Tal y como se reitera en la literatura revisada, son imprescindibles ensayos clínicos adicionales con muestras más grandes y tratamientos de larga duración, para evaluar postriormente la eficacia y seguimiento de las intervenciones en la prevención de la ganancia de peso y el mantenimiento del mismo.

GradoEstudioNúmero
1 Revisión sistemática/Metanálisis 4
2 Ensayo clínico aleatorizado 3
3 Cohortes/Casos-controles 1
4 Opinión de expertos 0
G Guías de práctica clínica 0


AUTORAS:

Inmaculada Esteban Pinos. Psiquiatra en el Hospital de Día de Salud Mental de Motril.

Mª Del Mar Prados Utrabo. Enfermera de la Unidad de Salud Mental Comunitaria de Motril.

Mª Dolores Carretero González. Enfermera del Hospital de Día de Salud Mental de Motril.